Publicado en El Buscador Diario, pag. 3, miérc. 24 ag. 2011
Lo que pasó con el jovencito Nicolás López, que se fue de la concentración de Nacional y, junto a sus padres y un contratista viajó a Italia, mueve a una profunda reflexión sobre lo que está pasando en nuestro país en lo que tiene que ver con los valores.
No es la primera vez que pasa. Hace muy poco el joven Gutiérrez se fue de la concentración de Peñarol sin permiso y está jugando en Brasil. Quienes «los llevan» de esa manera, aducen que la vida del muchacho y la de su familia, cambia totalmente, y es algo que no se puede negar.
En general esto pasa con chicos de familias humildes, a las cuales un millón de dólares, los saca definitivamente de la pobreza.
Lo que no debemos perder de vista, es la forma como se dan estos hechos.
El presidente de Nacional, Alarcón, dijo hace unas horas que «en este país se terminó la trata de blancas y llegó la trata de blancos». ¿Cambiará esta práctica algún día? Difícil, muy difícil. Porque el Estado, -que debería intervenir-, no puede hacerlo. La FIFA condena toda «intromisión gubernamental» en el fútbol.
¿Y los valores? ¿Y la moral? Bien. Gracias! Y... así nos va!!
Pregunto a los dirigentes de los clubes del interior a que les hace acordar éste suceso?
Pregunto y me repregunto cuando alguno de los chicos de nuestro humilde fútbol se destaca que es lo que ocurre con los contratistas o clubes de Montevideo?
Ahora Nacional, ayer Peñarol y Danubio están bebiendo de su propia medicina.
Sabes ud estimado lector que lo que pasó con el chico de Nacional le pasa a diario a todos los clubes del interior?
Vienen algunos sres con agenda y teléfono movil presumen de representantes y embaucan a jóvenes primero, luego a sus familiares y presionan a quienes trabajan esforzadamente para que sus instituciones sobrevivan para llevarlos sin pagar nada haciendo una apuesta sin costo para luego llenar sus bolsillos a costa del sacrificio de unos pocos.
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