"Me pide que trate de hacer el mayor recorrido posible", reveló Rodrigo Pastorini al referirse al rol que le encomendó Diego Aguirre como volante externo por la derecha.
Es paradójico, si se quiere, pedirle "recorrido" justo a este flaco alto, de tez blanca y barba incipiente, que nació en Florida "el 4 de marzo del 90" y, aunque Danubio lo captó a los 12 años tras verlo "en los campeonatos nacionales", hasta hace poco se pasó yendo y viniendo día tras día entre su casa del barrio Piedra Alta y Montevideo.
Sin embargo, es a lo que le falta habituarse en su nuevo puesto, pues siempre jugó "de punta o sino de puntero".
Jorge Goncalves lo define perfectamente: "Tiene una técnica bárbara, por eso Diego lo probó y le gustó; claro, acostumbrado a jugar arriba, que es diferente, todavía le falta recorrido, y hay que `pincharlo` porque es medio quieto, pero va agarrar la onda porque es muy bueno".
Así es como se lo vio ayer, exactamente: "Diego (Aguirre) me puso 30` contra el Porto, después jugué de titular con el Aris en Grecia, y en Nápoles arranqué como media punta y terminé de volante en el segundo tiempo. Me costó un poquito la parte física, porque el ida y vuelta es distinto que jugar en el medio; ahí, cuando mucho, corrés para atrás 20 metros".
Es que, aparte de eso, el floridense cumplió con el segundo capítulo del manual del puesto que maneja el técnico: "Quiere que cuando tenga la pelota, la saque jugada lo más claro que pueda, y que cuando la jugada está por el otro lado, trate de llegar por el segundo palo con sorpresa".
El flaco, "típico jugador de Danubio", según el ojo del "Tito", terminó el liceo en Florida, empezó a cursar Veterinaria y, por ahora, dejó la carrera "stand by" al culminar el primer año, porque recorrido es lo que le sobraba, aunque aún le falte el que Diego Aguirre quiere.
Es que, de acuerdo al entrenador, "es un jugador de buena técnica, con buena definición, tiene que madurar, pero es un buen proyecto; en la gira lo pusimos de volante por necesidad y respondió plenamente"; tanto que "los `tanos` estaban locos con él", según Osvaldo Giménez.
Ovación digital
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