TRIUNFAZO DE COLONIA EN MAYORES

Escribe Pedro Ramón Clavijo de La Colonia
COLONIA VIVE………

…….y esa es la noticia que se gestó en el cuarto minuto de descuento del infartante partido frente a Canelones, cuando Martín Bordón estrelló la pelota contra la red del arco de Alejandro Márquez. Antes fue sufrimiento y agonía de un equipo que en los últimos quince minutos resultó una tromba incontenible aferrándose a su última esperanza. El partido fue cambiante, emotivo y de resultado incierto. Como para alejar pronósticos, análisis previos y malos augurios. Colonia fue Colonia a la hora de entregarse plenamente, pero no fue fiel a si mismo, cuando perdió minutos sumido en las intermitencias de su juego colectivo. Allí, en los vaivenes de su protagonismo futbolístico rondó el resultado. Por eso, sufrió tanto. Porque no fue contínuo lo que hizo para conseguir el empate y poder seguir de largo con un buen primer tiempo. Porque no encontró en la media hora del segundo tiempo su memoria colectiva, y porque fue un aluvión incontenible en los últimos quince minutos del partido, con precisión, actitud, dinámica y contundencia. Lo ganó de prepo y al final, pudo hacerlo antes, de mantener su regularidad del primer tiempo. Claro, para ello el rival juega, y lo hizo bien, acaso, explotando las urgencias del rival. A los cuatro, sorprendió Canelones con una gran jugada de Ferrero y certera definición de Garrasino. La notable presencia de Daghero y un trabajo sin pausas de Bordón, llevaron a los locales a empatar con un golazo de Mignone y generar las chances como para pasar de largo en esa primera parte. En un partido que se jugaba en campo canario, con un cerrado esquema visitante de dos líneas de cuatro, los colonienses dominaron y crearon por los menos tres oportunidades que no se concretaron.

El complemento trajo la desesperación, el nerviosismo. Colonia fue ansioso y Canelones experiente. Garrasino gravitó con su experiencia, y Ferrero con su fútbol. Los canarios manejaban el juego y Colonia no podía con su ansiedad. Más aún, a los 21 minutos Pizorno con remate cruzado pone el segundo.

Lemes, comenzó a maneja su estrategia, y Perazza la suya. Mientras el coloniense pensó en Barrotti para acompañar a Mignone, Alvarez para abrir la cancha por derecha y tener precisión a la hora del desborde, y Barretto para serenar el juego con su estupenda técnica. El técnico canario puso a Sebastián Perazza para aprovechar su velocidad y liquidar de contraataque, y a Zabaleta para trabajar en la contención. Sacó a Garrasino, Retamoza y a Ferrero que fueron hombres fundamentales para tener la pelota y jugar en campo enemigo. En los últimos quince, los cambios resultaron la solución coloniense que jugado a todo o nada arriesgó hasta el límite. Salió bien. A Bordón le cometieron un penal que Mignone convirtió en gol a los 31, y Bordón capturó la última pelota que metió desesperadamente en el marco rival. En todo ese lapso, se jugó en el área de canelones, casi con una sensación de continuidad.

Tremendo partido, se le dio a Colonia, que ya sabe de estas patriadas, y que así, sigue con vida en una serie tan pareja como indefinida. Seguramente recién al final, se sabrá quien pasa de ronda.

CANCHA C.A.PEÑAROL de Tarariras. Público: 1000 personas.

Juez: José Luis Sierra (Bien): Asistentes: Washington Banchero- Héctor Gutierrez (Soriano)

COLONIA: Gonzalo Ruiz, Facundo Barboza (Leonardo Alvarez), Miguel Castiglioni, Ronald Tolosa, Nicolás Pons; Rafael Bardallo, Adrián Daghero, Leonardo Rivero, Martín Bordón, Gastón Mignone, Diego Rodríguez (Enzo Barrotti). DT.Oscar Lémes.

CANELONES: Alejandro Máquez, Geral Gimenez, Marcelo de los Santos, Salvador Elizeche, Angelo Pizorno, Luis Moreno, Pablo Bonilla, Ignacio Umpierrez, Gastón Ferrero (Christian Zabaleta), Fernando Garrasino (Alejandro Bellini) y Luis Retamoza (Sebastián Perazza). DT: Jorge Perazza.

Goles: 4m. Garrasino (Ca), 7m. Mignone (Co); 66m. Pizzorno (Ca), 76m. Mignone (Co) (penal) 90 (4)m. Bordón (Co).

EL MEJOR JUGADOR DE LA CANCHA. Martín Bordón.

El Mejor de Canelones: Fernando Garrasino.

Foto de Pedro R Clavijo